3. El lugar más alto de la sociedad
medieval lo ocupaba el rey. Los
reyes medievales contaban con
escaso poder político.
Representaban, podría decirse,
un poder forma. Por ejemplo, si
se producía algún ataque de un
señor feudal poderoso que
buscaba expandir sus tierras,
situación que era bastante
frecuente, debía recurrir a las
fuerzas de sus vasallos porque
no tenía un ejército
permanente.
4. Los nobilis o nobles representaban
el segundo lugar, después del rey.
Conformaban un grupo reducido
y privilegiado, ya que poseían
derechos que les eran exclusivos,
como no pagar impuestos. En
general, eran propietarios de
grandes extensiones de tierra.
Los derechos y honores de los
nobles se transformaron en
hereditarios, es decir, pasaban de
padres a hijos. Su actividad
principal era la guerra. Sólo
aquellos que recibían un
entrenamiento estricto y podían
costearse la armadura y el caballo
eran nombrados caballeros.
5. El clero estaba formado por dos
sectores. Por un lado, el clero
secular, es decir, los sacerdotes,
encargados de las parroquias y
de estar en contacto con la gente
para proporcionarles consuelo,
consejo y asistencia espiritual.
Por otro lado. Los monjes, o
clero regular, que vivían en los
monasterios sometidos a
estrictas reglas impuestas por su
orden religiosa.
6. Los campesinos libres eran
pocos. Trabajaban la tierra y
producían lo necesario para
su subsistencia. Como eran
libres, podían abandonar el
feudo. Pagaban al señor
feudal por el uso de la tierra
con su trabajo; por ejemplo,
con labores desarrolladas en
el castillo o con una parte de
su producción.
7. En el nivel más bajo de la
pirámide social, se
encontraban los siervos.
Eran propiedad del
señor. No podían
abandonar el feudo en el
que vivían porque eran
considerados parte de la
tierra. Tampoco podían
contraer matrimonio sin
autorización del señor.